¿Qué es la Comisión Trilateral? ¿Quién maneja el mundo? ¿FMI, BM, OMC, G8, Foro Económico Mundial?… Una de las instituciones más poderosas y de la que apenas se habla es la Comisión Trilateral. 
 

Raúl Calvo Trenado (Para Kaos en la Red)

  ¿QUÉ ES LA COMISIÓN TRILATERAL?

Introducción

¿Quién gobierna en verdad el mundo? se plantea altermundismo, que nos explica que los poderes ejecutivos nacionales han perdido su capacidad de decisión política y se han convertido en meros gestores administrativos.
Yo personalmente no comparto del todo la postura que afirma que el fenómeno llamado globalización ha enterrado definitivamente el concepto de Estado o está en vías de realizarlo en breve. Pero, en todo caso, ya hablaré de eso en otra ocasión; sigamos adelante.
¿Quién gobierna, entonces, el mundo?. No basta decir simplemente las multinacionales pues por muy grandioso que sea su influencia, en la sociedad actual siguen siendo necesarias ciertas instituciones que dicten reglas (se cumplan o no) para repartirse el pastel económico.
Cuando se realizó hace alrededor de una década la campaña “Cincuenta años bastan” se señalaba a las instituciones de Bretton Woods: Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial como regidoras del mundo- la Organización Mundial de Comercio nacería poco después[1]-. Acababa de caer el bloque socialista y se comenzaba a dibujar lo que se ha llamado el Nuevo Orden Mundial.
Hoy, años después, estas viejas organizaciones internacionales y otras similares han aumentado su influencia vertiginosamente. El movimiento contra la globalización capitalista señala como principales responsables del malestar mundial a las siguientes entidades: FMI, BM, OMC, G8 y Foro Económico Mundial[2].
De este repoker neoliberal, las tres primeras deberían ser las que marcasen las pautas y especialmente la tercera ya que es la que tiene una mayor capacidad coercitiva contra los Estados; también es la más nociva: si por una de esas extrañísimas razones que a veces se dan, el BM o el FMI realizan un proyectomínimamente humanitario, la OMC ya se encarga de destruirlo.
¿Y por qué deberían ser éstas las directoras de la globalización? Porque dentro de la “lógica” capitalista son las más “democráticas” (¡no me quitéis las comillas!). Me explico:
El neoliberalismo, ciertamente, no es democrático y es la capacidad económica la que dicta la influencia y el dominio de cada persona, país, empresa, etc. Sin embargo, FMI, BM y OMC pueden aparentar ante la opinión pública mundial que son asamblearistas y que todos sus países miembros tienen igual capacidad de voto y decisión.
Sin embargo, esto ya no es posible con el G8 ni mucho menos con el Foro Económico Mundial.
El G8 es el grupo de los países más industrializados[3] y aquí descaradamente se trata de una reunión de grandes potencias para repartirse el mundo e imponer su criterio a las demás naciones. Peor aún se nos muestra el caso del Foro Económico Mundial, una reunión de gente rica, simplemente; y si bien no es más que un club de reflexión, es obviala influencia que ejerce.
Precisamente uno de estos clubs, la Comisión Trilateral, tiene un papel muy destacado en el diseño del orden económico y sin embargo no es citada en medios de comunicación, ni oficiales ni alternativos.
No se organizan grandes marchas de protesta cuando se reúne la Trilteral como ocurre con otras instituciones del neoliberalismo, pasa casi desapercibida apesar de tener una labor activa, muy activa… Tanto, que el repoker la puede tener como compañera para formar un sexteto, e incluso podría encabezarlo.
La Trilateral
En julio de 1973 nacía oficialmente la Comisión Trilateral tras año y medio de reuniones fomentadas por el Chase Manhattan Bank. Se trataba de una asociación de carácter privado en la que su ideólogo más destacado es Zbigniew Brzezinski[4] que la definió como «el conjunto de potencias financieras e intelectuales mayor que el mundo haya conocido nunca».
La Trilateral se articula atendiendo a las zonas geográficas (de ahí su nombre) que rigen el planeta: América del Norte (EE.UU. y Canadá), Europa y Japón. Cada una de estas divisiones dispone de un Comité Ejecutivo que elabora las “recetas” económicas para su área de influencia.
¿Y el llamado Tercer Mundo? Ese no tiene ni representación, para los miembros de cada comité es únicamente una zona de rapiña aún mayor que la de sus respectivas áreas; de hecho, según el propio Brzezinski, uno de losobjetivos de la Comisión es «el establecimientos de un sistema internacional que no pueda verse afectado por los ‘chantajes’ del Tercer Mundo». Para este grupo de cleptócratas, los países pobres, sangrados por una ominosa deuda externa, nos son las víctimas sino los verdugos (!).
El órgano máximo de dirección es el Comité Directivo Mundial, presidido por David Rockefeller[5] y en el que están presentes los miembros más destacados de los tres comités regionales.
En 1975 se publicó el ideario político y económico de la Comisión tras reunirse en Kyoto.[6]

A todas las asambleas de la Trilateral asistió la Unión Soviética sin que esto produjera una perturbación para sus miembros ya que «el gran conjunto económico soviético, donde se afirma la concentración de fuertes unidades de producción que, aunque todavía nacionales, operan con fundamentos y capacidad de acción multinacional». Las multinacionales de la Comisión comerciaron con la URSS de forma masiva incluso en tecnología punta (petroquímica, sistemas electrónicos, equipamento industrial, etc.) pese a la Guerra Fría; a la larga esto produjo que la economía soviética dependiera excesivamente de la Comisión.
El pensamiento político y económico de la Trilateral

La Trilateral fue una pionera en lo que se ha llamado pensamiento único y globalización. En 1975 declaraba e una forma que parecía muy ética y solidaria que «La Comisión Trilateral espera que, como feliz resultado de la Conferencia, todos los gobiernos participantes pondrán las necesidades de interdependencia por encima de los mezquinos intereses nacionales o regionales». Al año siguiente, el incombustible Brzezinski decía a la prensa:»en nuestros días, el Estado-Nación ha dejado de jugar su papel»[7].

Con mucha mayor crudeza y por tanto con mayor claridadse ha explicado Rockefeller: «De lo que se trata es de sustituir la autodeterminación nacional que se ha practicado durante siglos en el pasado por la soberanía de una elite de técnicos y de financieros mundiales». Tecnocracia y poder de la oligarquía económica… Por lo menos tenemos que reconocer que es sincero.
¿Un gobierno mundial?

Ciertamente que las decisiones de esta organizaciónl no se airean y su impacto mediático es muy discreto pero en absoluto se la puede tildar de cuasi clandestina. Sus conclusiones se dan a conocer así que no podemos hablar de conspiraciones, gobierno en la sombra, sociedad secreta, etc. Sin embargo, habría que señalar que la Trilateral tiene tendencia a lo esotérico: el emblema de la Comisión es una circunferencia periférica dividida en tres fragmentos, de cada uno de los cuales parte una flecha que convergen en el centro; es una copia burda del arcano de la Unidad. ¡¡¡La mística del dinero!!!, seguramente sus miembros se deben considerar a si mismos como diosecillos menores del elenco del Gran Dios Plusvalía.

No obstante, han existido, y quizá existan todavía, organizaciones clandestinas relacionadas con la Trilateral: demos como ejemplo que en 1984 una comisión del Parlamento italiano destapó la relación entre la Comisión y las actividades delictivas de logia masónica Propaganda-Dos.

(Siempre hay rumores sobre contactos de la Trilateralcon el ocultismo, la masonería, brujería, magia negra… Pero ahí pisamos terreno poco conocido y es difícil opinar pero no me extrañaría que algunos de los miembros de la organización se vieran a si mismos como socios de un hermandad. No os sorprendáis: recordad que Bush dice hablar con Dios en la Casa Blanca).

Hoy día, los países de la Trilateral, que representan el 10% de la población mundial, acaparan el 80% de los recursos del planeta.
¿Quiénes son miembros de la Trilateral?

Para escribir estas líneas quería una lista lo más al día posible de los miembros de la Trilateral pero lo más actual que encontré fue de 2005 así que decidí pedirla en la página de la Comisión (www.trilateral.org), además siempre es mejor tenerla de primera mano.

Como todo lo que tiene que ver con esta organización, la información de su web es escasa.

La página de la entidad solo ofrece la relación de los miembros más destacados (presidentes, sus suplentes y el Comité Ejecutivo) sin embargo da la posibilidad de solicitar la lista íntegra por correo electrónico. Y eso hice.

La adjunto para que la echéis un vistazo pero para acabar este artículo quiero comentar algunos nombres. Permitidme el pequeño chovinismo de que hable sobre los españoles.

Se encuentran en el Comité Ejecutivo Nemesio Fernández Cuesta, director de Repsol-YPF yel abogado y financiero Antonio Garrigues Walter. Y pertenecen además a la Trilateral personajes tales como la banquera Ana Patricia Botín, presidenta ejecutiva Banesto y miembro de la dirección del Grupo Santander; el empresario Alfonso Cortina, presidente de Inmobiliaria Colonial y de la Fundación Repsol-YPF, Abel Matutes, presidente de Empresas Matutes y ex miembro de la Comisión Europea

Sin embargo también hay sorpresas: figura en la lista Trinidad Jiménez, responsable de exteriores del PSOE. ¡Pues vaya con la ex candidata “socialista” al Ayuntamiento de Madrid! Pero no es la única, también se encuentra el actual ministro de economía, Pedro Solbes. El que fuera secretario general del PSOE y candidato a la presidencia de gobierno, Joaquín Almunia, aparecía en el listado de 2004.

Por la gran superpotencia, Estados Unidos, se encuentran unos auténticos pesos pesados de la política y las finanzas: los citados David Rockefeller, fundador y presidente honorífico de la Trilateral, y Zbigniew Brzezinski; Madeleine K. Albright, ex secretaria de Estado; Richard Perle, ex asistente de la Secretaría de Defensa con el gobierno de Bush hijo y uno de los halcones de Washington; George Tenet, ex director de la CIA; el vicepresidente Dick Cheney, etc.

No pueden faltar en esta lista los creadores de opinión. Pertenecen a la Trilateral, entre otros, Francis Fukuyama y Mario Vargas Llosa; así que no los consideréis como simples portavoces del poder ya que participan de él.

Pero tal vez mejor que seguir, sea que me despida y os invite a leer tranquilamente la lista para que saquéis vuestras conclusiones. Os dejo con lo mejor de lo mejor, un selectísimo grupo de ciudadanos del mundo, alguno de ellos hasta se las da de progresista.

Viendo el abultado número de personajes influyentes que pueden juntarse en una reunión de la Comisión Trilateral, una asamblea del FMI casi parece una francachela. Que esos encuentros pasen tan desapercibidos para que no generen noticias ni protestas hacen que me replantee lo que dije antes: tal vez sí haya que pensar que nos enfrentamos a una asociación cuasi clandestina.

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LA COMISIÓN TRILATERAL SE GLOBALIZA BAJO LA «PAX AMERICANA»

Reproducido de SOLIDARIDAD.NET
El antiguo «Gobierno del mundo en la sombra» se abre hacia la socialdemocracia ante la ausencia de discrepancias sobre modelos económicos y políticos. Hace años -en la década de los 70- se hablaba de la existencia de un Gobierno del mundo en la sombra. Y a continuación siempre se miraba hacia la Comisión Trilateral, una organización -con sede en Washington- de carácter privado formada por unos 300 hombres (las mujeres escasean) del mundo de los negocios y de la política. El patriarca era -y aún lo sigue siendo a sus 84 años- David Rockefeller, y el nombre de la organización alude a los tres continentes -América, Europa y Asia- de los que proceden sus miembros. Su ideología era clara como el agua: libremercado, libremercado y libremercado, por este orden.

En política las cosas no eran menos diáfanas. La Guerra Fría estaba en su apogeo y el objetivo último era acabar con el comunismo a cualquier precio, incluso respaldando cruentos golpes militares. No en vano, Henry A. Kissinger, el antiguo secretario de Estado del Gobierno de Nixon, era el principal animador ideológico de la Comisión Trilateral.

En los años 90 las cosas han cambiado. El comunismo entendido como amenaza global al capitalismo ha fracasado, y el mundo, como en libro de Ciro Alegría, es ya ancho y ajeno. Tan ancho que a la poderosa Trilateral le han saltado las costuras y comienza a hacerse más global. Y tan ajeno que la propia Comisión se ha visto obligada a buscar nuevos referentes ideológicos, pero ahora mucho más matizados.

Se sigue defendiendo a muerte el libremercado, pero se acepta sin rechistar la existencia de autoridades supervisoras encargadas de regular el funcionamiento de los mercados.
«Continuamos siendo un foro de debate que busca influir en las autoridades políticas, pero lo que no somos es un lobby», asegura Antonio Garrigues Walker, vicepresidente de la sección europea de la Trilateral y verdadero cerebro de la organización en España.
Garrigues reconoce que la Comisión Trilateral ya no es lo que era, y es que en los últimos años han nacido foros de discusión -como el que anualmente se celebra en el balneario suizo de Davos- que han hecho sombra a la organización.

Una organización formada actualmente por 282 miembros de los tres continentes en la que figuran nombres como Bill Clinton (en excedencia por ser presidente de Estados Unidos), Paul A. Volcker (ex presidente de la Reserva Federal de EEUU), Zbigniew Brzezinski (ex consejero de Seguridad de la Casa Blanca), Martin Feldstein (el economista más influyente de EEUU) o Robert McNamara (ex presidente del Banco Mundial y ex secretario de Defensa).

Umberto Agnelli, Michel Albert (ex presidente de AGF), Raymond Barre (ex primer ministro conservador francés), Carl Bildt (ex primer ministro sueco), Carl Hahn (de la dirección de Volkswagen), la finlandesa Sirkka Hämäläinem (del consejo del Banco Central Europeo) o el conde Otto Lambsdorff (ex ministro alemán de Economía) son algunos de los 122 miembros de la Comisión Trilateral que forman la pata europea.

Mientras que en la lista japonesa aparecen nombres como el presidente del Fuji Bank, Yoichi Funabashi; el presidente de NEC Corporation, Hisashi Kaneko, o el presidente de Mitsubishi, Minoru Makiara. Además de los máximos responsables de Sumitomo Bank, IBM Japan o Bank of Tokio. La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Refugiados, Sadako Ogata, forma parte también de la Trilateral, aunque esté ahora en excedencia en razón de su cargo.

Una lista, pues, poderosa que en los últimos años se ha abierto a un sector de la izquierda que acepta los principios de lo que se suele denominar consenso de Washington, que recoge el ideario fundacional del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

La catedrática de Etica y ex senadora por el PSOE Victoria Camps es un ejemplo de esta apertura hacia la izquierda y las nuevas ideas. Camps reemplazó a la también catedrática Carmen Iglesias en la Trilateral española, y su valedor fue el ex dirigente de Alianza Popular Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón.

La Comisión es un mundo también ajeno para la ex senadora, y esto lo destaca ella misma en un sentido positivo. «Pertenecer a la Trilateral me parece interesante porque no se corresponde con mi mundo, que es el del pensamiento y la reflexión», destaca la ex senadora socialista, que actualmente se encuentra volcada en el lanzamiento de la Fundación Alternativas, de la que forman parte Felipe González, Antonio Gutiérrez o Nicolás Sartorius.

Camps no ve ninguna contradicción en ser catedrática de Etica y pertenecer al mismo tiempo a la Comisión Trilateral, y destaca que ella se siente a gusto en los debates porque ya nadie sostiene posiciones ultraliberales. «El pensamiento es bastante homogéneo, no existen tantas diferencias», recalca la ex senadora, quien, sin embargo, sí echa de menos discusiones sobre cuestiones como el futuro del Estado de bienestar o la revitalización de las democracias.

En la lista de la sección española de la Trilateral aparecen los siguientes nombres: Pedro Ballvé (Campofrío), Jaime Carvajal, Pedro Miguel Echenique (catedrático de Física), Oscal Fanjul (presidente de Hidrocantábrico), Pasqual Maragall, Antxon Sarasqueta (periodista) Pedro Schwartz (catedrático de Economía), Pedro Solbes, Mario Vargas Llosa y Emilio de Ybarra.

El presidente de la Trilateral española es Oscar Fanjul, para quien aquella idea del Gobierno del mundo en la sombra ya se ha superado. Fanjul define la Comisión como «una organización que intenta convencer y explicar los principios básicos de democracia liberal y de economía de mercado», y en la que las discrepancias internas son más políticas que económicas.

En la Trilateral, según Garrigues Walker, los viejos asuntos de discusión, la evolución democrática, el desarrollo económico y el concepto de seguridad, han sido sustituidos por problemas como los avances tecnológicos, los nuevos retos de la civilización o lo que él denomina las amenazas del fanatismo.

Para el ex dirigente liberal, «estamos en la pax americana, y de ahí que los problemas sean muy distintos a los de hace una o dos décadas».

Nadie cuestiona el liderazgo militar y político de Estados Unidos, ni siquiera los miembros más cercanos, sobre el papel, a posiciones de izquierda.
Esto es lo que se percibió con toda nitidez en un reciente plenario de la Comisión Trilateral celebrado en Washington en el que el secretario general de la OTAN, Javier Solana, y Henry Kissinger anticiparon la escalada bélica que se iba a producir en Yugoslavia.

Aquel viaje a la capital estadounidense se lo pagó de su bolsillo cada uno de los miembros de la Comisión Trilateral, y es que la financiación de esta organización corresponde en exclusiva a sus socios.

En el caso español, la cuota anual ronda las 300.000 pesetas, dinero suficiente para mantener un mínimo aparato administrativo.

La reuniones de la sección española de la Trilateral se celebran cada dos meses en el madrileño Club Financiero Génova, y a los encuentros son invitados líderes de opinión o directivos de empresa que dan su interpretación de los asuntos de más actualidad.
La globalización de la Comisión Trilateral supondrá en el futuro un reequilibrio en el peso de cada zona de influencia en la organización. Por un lado, la sección norteamericana se abrirá hacia México, mientras que en Europa los países del este ya han llamado a la puerta. Japón tendrá que abrirlas hacia otras zonas del sureste asiático.
La Trilateral, pues, pierde aristas bajo la paz americana.
Los sindicatos dicen no

La apertura hacia posiciones más liberales (en el sentido anglosajón del término) por parte de la Trilateral ha llevado a sus miembros españoles a invitar a formar parte del selecto club a los líderes sindicales de la UGT y Comisiones Obreras.

La invitación es antigua, pero todavía se mantiene en firme. Tan antigua es la invitación como el no de los dirigentes sindicales, que siguen siendo reacios a pertenecer a una organización que ha sido demonizada durante mucho tiempo por la izquierda.
No en vano, entre los miembros de la Comisión Trilateral se encuentran algunos de los personajes que más combatieron a la izquierda durante años, como Henry Kissinger o el propio David Rockefeller.

Otros sindicatos, como los japoneses y los estadounidenses, ya han roto el hielo hace años, y algunos de sus dirigentes forman parte de la Trilateral. Este es el caso de Etsuya Washio, presidente de la confederación de sindicatos Rengo, de Japón. Otros sindicalistas, como el presidente de la AFL-CIO, John Sweeney, han intervenido en los debates de la Comisión sin ruborizarse por ello.

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Nota redacción:

LOS MIEMBROS ESPAÑOLES EN LA TRILATERAL ACTUALES ( AÑO 2003)

Ana Patricia Botín, Directora de Banesto. Consejera, Banco Santander Central Hispano, Madrid.

Jaime Carvajal Urquijo, Director, Dresdner Kleinwort Capital (España); Director, Ford España, Madrid.

Alfonso Cortina, Director y Oficial Superior, Repsol YPF, Madrid.

Pedro Miguel Etxenike, Profesor de Física, Universidad del País Vasco; ex Consejero de educación del País Vasco, San Sebastián.

Oscar Fanjul, Director de Hidroeléctrica del Cantábrico, Presidente Honorario de Repsol, Madrid.

Nemesio Fernández- Cuesta, Vicepresidente del Grupo Correo-Prensa Española

Antonio Garrigues Walter, Director de Garrigues&Andersen, Madrid. Vicepresidente Europeo, Comisión Trilateral.

Miguel Herrero de Miñón, abogado, consultor internacional, Madrid, Miembro de la Real Academia española de

Ciencias políticas y morales; ex miembro del Parlamento Español.

Trinidad Jiménez, Secretaría Internacional, Partido Socialista. candidata a la Alcaldía de Madrid.

Abel Matutes, Director de Empresas Matutes, Ibiza. Ex miembro de la Comisión Europea de Bruselas; ex ministro de Asuntos Exteriores.

Antxón Sarasqueta, Presidente Ejecutivo, Multimedia Capital, Madrid. Miembro de Patronato de la Fundación de Política exterior (INCIPE); miembro de la Junta directivo, Grupo Editorial Negocios, Madrid

Pedro Schwartz, Director presidente ejecutivo, IDELCO, Madrid; Profesor de económicas, Universidad Autónoma de Madrid.

Mario Vargas Llosa, Escritor, Londres. Miembro de la Real Academia Española.

Emilio Ibarra, Presidente de Banco Bilbao- Vizcaya, Madrid.

Pedro Solbes, Miembro de la Comisión Europea (Asuntos Monetarios), Bruselas
Pedro Ballvé, Director de Campofrío, alimentación, Madrid

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[1] Una poco de historia. A finales de la Segunda Guerra Mundial, en 1944, en la ciudad estadounidense Bretton Woods se reunieron 44 países. Allí se firmaron los acuerdos que dieron origen al BM y al FMI y se decidió utilizar el dólar como moneda internacional. El bloque comunista participó en la Conferencia pero no ratificó los acuerdos. Con el desarrollo de los convenios, se crea en 1948 el Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT) que será sustituida por la OMC, nacida en 1995.

 [2] La otra gran organización contra la que se han dirigido toda clase de protestas es la OTAN, pero esta no es nada más que el brazo armado de estas cinco organizaciones (y de los EE.UU., ya he dicho que los Estados todavía tienen importancia). Sin embargo, una decisión de la OMC puede ser mucho más mortífera que la más sanguinaria de las acciones de la Alianza Atlántica; sin embargo, como revisten menos espectacularidad es más difícil combatirlas en el terreno de la información.

[3] Estados Unidos, Rusia, Alemania, Reino Unido, Francia, Japón, Italia y Canadá.

 [4] Brzezinsiki es una de las personalidades más influyentes de lso EE.UU. desde hace décadas. Fue Consejero Nacional de Seguridad con el gobierno de Carter. Últimamente se ha opuesto a la guerra contra Iraq, no por motivos humanitarios sino porque con más astucia que otros políticos estadounidenses, advirtió que la ocupacaión debilitaría a EE.UU.

[5] David Rockefeller, miembro de la famosa familia de banqueros.

[6] Participaron en aquella reunión, entre otros, los dirigentes de las multinacionales: Bechtel, Caterpillar, Coca Cola, Cummins, Exon, Fiat, Gibbs, Hewlett-Packard, Mitsubishi, Nipón, Saint-Gobain, Shell, Sony, Steel Sumitono y Unilever; y los de los bancos: Chase Manhattan Bank, Rothschild y Lehmann.

[7] Entrevista en el New York Times el 1 de agosto de 1976.

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Españoles en el imperialismo Trilateral

La expresión del poder de las multinacionales se manifiesta en la Comisión Trilateral. Pertenecen actualmente a la Comisión trilateral personas de la política americana que apuestan por la guerra de Irak (o las 40 guerras que existen en el mundo y que callan los que buscan sólo el voto) tan influyentes como: Richard B. Cheney, Paul Wolfowitz, David Rockefeller, Madeleine K. Albright, Henry A. Kissinger, Robert S. McNamara. Zbigniew Brzezinski. ¿Cómo es posible que la candidata del PSOE para la alcaldía de Madrid: Trinidad Jimenez pertenezca a este club? ¿Verdaderamente estamos contra la guerra? ¿Por que silencian el resto de guerras o la madre de todas las guerras: EL HAMBRE?

Solidaridad 27/03/2003: La expresión del poder de las multinacionales se manifiesta en la Comisión Trilateral, cuyos fundamentos teóricos a la hora de nacer se debieron a Zbigniew Brzezinski, (ideólogo de la Comisión Trilateral fundada por David Rockefeller) quien en un célebre artículo propuso una mayor cohesión de productos del mundo occidental; para, con base en las grandes corporaciones transnacionales, mantener el poder del capitalismo, resistiendo la presión de la OPEP, del Tercer Mundo, y la de los países de la órbita soviética. Todo ello llevaba a compartir, al menos parcialmente, el poder de EEUU con las otras dos partes del sistema económico trilateral: Japón y Europa (sobre todo la República Federal de Alemania).

Un dato relevante de la influencia de Brzezinski, es que siendo consejero para la Seguridad Nacional del Presidente Carter, informó orgullosamente a la prensa francesa, felicitándose por haber dispuesto la “trampa afgana” que provocó que Rusia tuviera su propio Vietnam, apoyando a los mujaidines y dijo literalmente “es la oportunidad de dar a la URSS su guerra de Vietnam”. El 3 de julio de 1979 se firma un memorandum secreto donde se da apoyo a los opositores de la URSS. El 24 de diciembre de 1979 la URSS invade Afganistán y EE.UU define a la guerrilla talibán como “combatientes por la libertad” financiando la formación de hombres que llegan al poder en Afganistán…. Brzezinski, según Noam Chomsky, se fanfarronea de su propia brillantez al crear el monstruo que ha estado esparciendo muerte en Oriente Medio, África, incluyendo los atentados del 11 de septiembre en New York .

En diciembre de 1971, Brzezinski,–más tarde uno de los hombres clave de la estrategia internacional de poder del ex Presidente Carter— convenció a Hutington Harris, de la Brookings Institution, para llevar a cabo una serie de estudios sobre el trilateralismo. Estudios de los que vino a hacerse portavoz David Rockefeller, presidente del Chase Manhattan Bank; a quien se unieron diversos prohombres de los distintos círculos de negocios que finalmente se asociaron a la idea.

Así las cosas, se presentó una propuesta formal a la Fundación Ford, y su financiación hizo posible diseñar el dispositivo de la Comisión Trilateral, que se constituyó definitivamente en Tokio el 23 de octubre de 1973.

La Trilateral tiene como órgano de difusión entre sus miembros una carta periódica (Trialogue), y es como un “matrimonio entre intelectuales y personas influyentes”, según The Economist. Algunos de sus miembros representan directamente las siguientes empresas transnacionales: Chase Manhattan Bank, Bank of America, Hewlett-Packard, Boeing, Mitshubishi, IBM, FIAT, Barclays Bank, Fuji Bank, Tyssen, Royal Dutch-Shell, BBVA, SCH Matsushita, Unilever, Sony, Toyota, General Electric, Mobil, Peugeot-Citroën, Exxon, Coca Cola, etc. Pertenecen actualmente a la Comisión trilateral personas de la política americana tan influyentes como: Richard B. Cheney, Paul Wolfowitz, David Rockefeller, Madeleine K. Albright, Henry A. Kissinger, Robert S. McNamara. Zbigniew Brzezinski.

Los vínculos de la prensa española con la Trilateral escandalizaran a más de un lector ingenuo. La ignorancia sobre ese «club» de ricos responsables de las multinacionales de USA, Japón y Europa y también definida como “la internacional del capitalismo” o el “gobierno del mundo de la sombra” es asombrosa. ¿A qué se debe?. Periódicos como El PAÍS, ABC o EL MUNDO han tenido su influencia a través de miembros destacados que han pertenecido a ella: Jesús de Polanco y su consejero Jesús de Aguirre (Duque de Alba), Luis María Ansón, (agencia EFE, ABC, La Razón) o EL MUNDO controlado por la FIAT de la familia Agnelli, o actualmente Nemesio Fernández, vicepresidente del Grupo Correo-Prensa Española.

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Bilderberg, un club de los amos del Mundo
Rolando Balcells – Solidaridad

Durante cuatro días, del 24 al 27 de mayo del año 2002, el Club Bilderberg se reunió con la mayor de las discreciones. Este poco conocido organismo integrado por un centenar de líderes planetarios celebra desde 1954 su encuentro anual bajo los auspicios de tres personalidades de envergadura mundial: el riquísimo hombre de negocios norteamericano David Rockefeller; el presidente de Fiat, Giovanni Agnelli; y el ex secretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger.

La lista de invitados cuenta con lo más selecto de la élite político-económica mundial: grandes gestores de empresas como el alemán Jürgen Schrempp (DaimlerChrysler), el español Matías Rodríguez Inciarte (BSCH), el suizo Daniel Vasella (Novartis), el finlandés Jorma Ollila (Nokia), el norteamericano Steve Case (AOL Time Warner), el francés Bertrand Collomb (Lafarge); políticos como el británico Kenneth Clarke o los senadores norteamericanos, John Kerry y Chuck Hagel y editores como Donald Graham. También es fácil cruzarse con banqueros como Karl Otto Pöhl (ex presidente del Bundesbak), James Wolfensohn (presidente del Banco Mundial), el francés, Jean-Claude Trichet (gobernador del Banco de Francia), su compatriota Michel Camdessus (ex director del FMI) e incluso con representantes de las monarquías europeas, como las reinas Sofía de España o Beatriz de Holanda.

¿Por qué se reúnen todas estas personalidades? ¿Para hablar sobre la situación mundial? Como no existe información oficial, sólo se filtran algunos fragmentos de esas reuniones. Según el diario sueco Expressen GT, los participantes abordaron este año la crisis alimentaría, la ampliación de la UE, el porvenir de la OTAN y los proyectos militares de EE.UU, la llegada al poder de Silvio Berlusconi y las relaciones con China y Rusia. «Bilderberg no es un club secreto, es un club privado», responde un miembro de este organismo a un periodista.

¿Privado?. Entonces ¿por qué participan personalidades públicas? ¿Por qué 123 policías vigilaron la zona con tanto esmero? «Nuestras fuerzas policiales fueron reagrupadas en esta zona para controlar los excesos de velocidad de los ciudadanos que viajan durante el fin de semana de la Ascensión», asegura el portavoz de la policía. «No somos conspiradores» nos dijo Daniel Vasella antes de acudir a la reunión. Y desde luego es difícil imaginar que todas estas personalidades tomen decisiones de cualquier tipo cuando se reúnen. Pero el secreto excita la curiosidad y la imaginación más desbordada. El mutismo de Bilderberg alimenta todo tipo de rumores: su fundador, el príncipe Bernardo de Holanda, fue salpicado por el escándalo Lockheed y, debido a sus problemas, el club no se reunió en 1976. Peor todavía: una publicación británica de izquierdas, Big Issue, afirma que, en el transcurso de una reunión, responsables de la OTAN decidieron permitir a Rusia bombardear Chechenia; Jim Tucker, un periodista norteamericano próximo al derechista Pat Buchanan, asegura que los «dirigentes de Bilderberg desestabilizaron a Margaret Thatcher por su oposición al euro».

El club tiene un comité directivo que fue presidido durante mucho tiempo por lord Peter Carrington, ex secretario general de la OTAN, un consejo integrado por una decena de sabios (entre ellos, David Rockefeller y Giovanni Agnelli) y un consejo de representantes de los principales países occidentales. Estos representantes invitan a dos personas más. El cóctel ideal lo componen un político de alto rango, un empresario de la industria o un banquero, y un intelectual (profesor o periodista). Uno de los objetivos que persigue el club consiste en sensibilizar a los políticos sobre las necesidades de la economía y del sistema financiero internacional. Bill Clinton se acercó en 1991, justo antes de acceder a la presidencia de EEUU; Tony Blair asistió a la reunión de 1993. El italiano Renato Ruggiero, ex director de la OMC, también formó parte de este club. ¿Acaso ha sido por azar que dos de las principales figuras de Bilderberg, Agnelli y Kissinger, hayan multiplicado las gestiones hasta conseguir que Berlusconi nombrara a Ruggiero ministro de Exteriores?

¿Qué buscan los miembros de este club elitista? Los responsables de Bilderberg no han escogido al azar la tranquila ciudad de Göteborg. Los responsables de Bilderberg, acosados por los movimientos contrarios a la globalización, tienen que escoger entre la peste -abrirse a la prensa y banalizarse- como muchos dicen que le ha ocurrido a Davos, y el cólera -mantenerse en secreto arriesgándose a atizar los rumores de que dirigen el mundo en la sombra.
Presidentes del Club Bilderberg:
1954. Bernardo Zu Lippe-Biesterfeld, rey consorte de Holanda.
1976. Alec Douglas Home, exministro AAEE Gran Bretaña
1980. Walter Schell, Exministro AAEE, Ex Presidente Alemania
1980. Eric Roll, SG Warburg
1989. Peter Rupert, Lord Carrignton, exministro AAEE Gran Bretaña
ESPAÑOLES ASISTENTES AL CLUB BILDERBERG – Reunión de Goteborg 2002
El secreto y los rumores rodean esta institución que se define como un foro de reflexión. El periódico La Vanguardia (12/6/2001) lo definía como un club para los amos del mundo. 31/03/2003
Esperanza Aguirre y Gil de Biedma, exministra del PP, exPta. del Senado, Candidata com. de Madrid
Jaime de Carvajal y Urquijo, (financiero, amigo de juventud del Rey Juan Carlos, miembro de la Trilateral)
Juan Luis Cebrian. Ex director del Diario EL PAIS, consejero delegado de PRISA. Guillermo de la Dehesa. Presidente del Instituto de Empresa.

 Carlos Ferret Salat. Presidente de la Federación de Empresarios Europeos Reina Sofia.

Javier Solana Madariaga (PSOE)- Exsecretario General de la OTAN- Mr. PESC Unión Europea
Rodrigo Rato Figaredo. (PP) Vicepresidente del Gobierno, Ministro de Economía
Federico Figueroa. Representante de la UNESCO.
Francisco González. Presidente del BBVA.
Juan Yañez Barnuevo. Delegado de España en Naciones Unidas.
Matías Rodríguez Inciarte. Vicepresidente del Santander Central Hispano.
Pedro Solbes Mira. (PSOE) Comisario europeo para asuntos monetarios, miembro de la Trilateral
Joaquín Almunia Amann, Ex Secretario General PSOE. Ex Ministro de Industria.
Ramón de Miguel, Secretario de Estado para Asuntos Exteriores.

Un manto de silencio sobre la reunión del Club Bilderberg 2003
José Luis Pardo – El Semanal Digital

4 de junio. La cumbre del G-8 en Evian ha sido editorial de la mayor parte de los diarios del mundo. Nadie duda de su importancia. Pero sin embargo parece que otros encuentros internacionales pasan desapercibidos: entre los días 15 y 18 de mayo de 2003, el Grupo Bilderberg se reunió a puerta cerrada y ante el cuasigeneral silencio mediático en el histórico hotel Trianon Palace de Versalles, lugar donde se firmó el armisticio que pondría fin a la primera guerra mundial.

La reunión, de la que la prensa francesa no escribió una sola línea, contó con más de cien líderes de la política y las finanzas de todo el planeta y con varios jefes de Estado de ambos lados del Atlántico. Allí se dieron cita personalidades como Peter Sutherland, presidente de «British Petroleum», los omnipresentes David Rockefeller y Henry Kissinger, la reina Beatriz de Holanda, los reyes de España y numerosas personalidades de los negocios mundiales y la política internacional. [Tambien asistieron Juan Luis Cebrián, PRISA – El País y Matías Rodríguez Inciarte, – Executive Vice Chairman, Banco Santander Central Hispano].

Para este elenco, tan solo el «website» de la BBC hizo público el pasado 15 de mayo una breve noticia titulada «Elite power brokers´ secret talks» (Las charlas secretas de la elite del poder). La noticia venía firmada por Emma Jane Kirby. Según el texto de Kirby, los «delegados» del Bilderberg, durante la «reunión a puerta cerrada» de la «élite política y financiera mundial», «centraron su atención en el Iraq de posguerra». Además, la Kirby añadía «de acuerdo con los criterios de cualquiera, todo resulta muy misterioso» y añade que con todo este «secreto» no está claro que es lo que va a tratarse, teniendo en cuenta que se trata de «un grupo de presión extremadamente influyente con importantísimos contactos a ambos lados del Atlántico». Como ya es habitual, lo que llama la atención es el silencio de los medios de comunicación mundiales. Tan solo algunos hablaron del acto y el reportaje de Emma Kirby no fue destacado por la BBC como debiera. Simon Cox y Richard Vadon, dos periodistas de la BBC radio, entrevistaron a su colega norteamericano Jim Tucker, el único periodista del mundo que todos los años cubre la noticia, durante la rueda de prensa diaria que Tucker realiza durante las reuniones Bilderberg. Lamentablemente, la BBC ha pospuesto la emisión de la entrevista hasta el próximo 4 de julio en el canal 4.

Curiosamente, la prensa turca se hizo eco de la noticia: dos de los principales periódicos turcos -Hurriyet y Zaman- informaron de que pese a la oposición islamista, el Ministro de Finanzas turco Ali Babacan asistió con un séquito de sus funcionarios. En Zaman el columnista Aytunc Altindal manifestó que «este primer encuentro serio entre el partido ´Justicia y Desarrollo´ y los ´Amos del Nuevo Orden Mundial´, que han estado observando muy de cerca a Turquía durante años, resulta muy significativo». Según Altindal, «varias peticiones serán hechas al partido «Justicia y Desarrollo». Si las satisface, gozará de libertad en política nacional e internacional. Si no lo hace se encontrará en una difícil situación».

En Europa, solo el diario financiero noruego Dagens Næringslivse se hizo eco de la reunión Bilderberg la semana siguiente al suceso, tal y como ya hizo el año pasado. David Oakley, redactor de internacional del londinense Financial Times manifestó a los escasos periodistas que pretendían cubrir la reunión y que le preguntaban que por qué su periódico no se hacía eco de la noticia, que «cubriríamos la noticia e incluso lo llevaríamos a la portada si supiéramos que es lo que están hablando allí dentro. Hacerlo de otro modo no tendría ningún sentido».

Pero el episodio más aleccionador de todo este turbio asunto lo protagonizó el editorialista de The Wall Street Journal, Paul Gigot, o mejor, su secretaria. Cuando Jim Tucker telefoneó a la sede central del The Wall Street Journal en Nueva York para preguntar a Gigot por qué su periódico no informaba de la reunión, su secretaria, que solo se identificó como «Marianne», se mostró muy sorprendida: «él es un participante, no un reportero. Los participantes no informan de cosas así». Tucker exclamó: «¡pero se ignora una noticia de primer orden!». Marianne respondió «¿por qué es una noticia de primer orden?». Tucker aclaró a la cándida secretaria: «cuando tienes a ciento veinte líderes mundiales de la política, las finanzas, e incluso a jefes de Estado y altos funcionarios del gobierno americano, ¿cómo no va a ser una noticia?». Se hizo un silencio y Tucker añadió: «las reuniones Bilderberg prohíben a los periodistas entrar» pero para Marianne esto era «su problema». Claro que Marianne tampoco supo responder por qué su propio periódico, además de The Washington Post y de las tres cadenas más importantes de los Estados Unidos participaron en la reunión de Versalles pero no informaron absolutamente nada del evento. A lo mejor es que en los países occidentales ocurre lo que sucede en otros países denostados: existen cosas que no interesa que se sepan. Como siempre, los «antiglobalización» se manifestarán contra el G-8, claro está. Y es que hoy en día hasta existe un «establishment» de la disidencia. Nunca «lo oficial» resultó tan aplastante.

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Como ya señalé en el artículo titulado ‘Ibiza, el turismo, Abel Matutes y la Trilateral’, a buen entendedor… Así que sólo me queda decir, parafraseando la frase bíblica: Quien tenga ojos para ver, que vea…